Propiedad que define la incapacidad de cambiar, especialmente con el tiempo.
Es la capacidad de registrar transacciones como contratos, ventas, compras, etc., de tal forma que una vez añadidos, los datos de esos registros no puedan alterarse retroactivamente sin la alteración de todos los bloques posteriores y la connivencia de la red.
El hashing criptográfico es lo que hace inmutable la cadena de bloques.
Hashing es una técnica de cifrado que toma la entrada de texto sin formato de cualquier longitud y produce un valor hash único. Los hashes siempre tienen una longitud fija, independientemente de las propiedades de la entrada en la que se basen.
El algoritmo hashing es muy sencillo, pero sorprendentemente difícil de invertir. Por ejemplo, si aplicaras el algoritmo hash SHA-256 a la frase "el zorro marrón rápido salta sobre el perro perezoso", devolvería un número hexadecimal de 256 bits (64 caracteres) como "ebc637e1a3b4902dce844b8c1e1014f114ccb0d4e0240071aae71d453c3c509b5". Si aplicaras este algoritmo a cualquier otra cadena de texto (por ejemplo, tu contraseña), siempre obtendrías el mismo resultado (un número hexadecimal de 64 caracteres).
El hash se puede utilizar como firma digital con fines de integridad de datos.
Es importante tener en cuenta que la inmutabilidad no garantiza que los datos no puedan alterarse. Su propósito es simplemente garantizar que ningún dato o registro en una cadena de bloques se pueda modificar sin consecuencias.
Las ventajas de la inmutabilidad están relacionadas con la seguridad, la integridad de los datos, la auditoría fácil y la prevención del fraude en las cadenas de bloques.
Gracias al hash criptográfico, la cadena de bloques es inmutable. Cualquier cambio o alteración que se haga en una cadena perturbará toda la red.
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