El fundador y CEO de Curve es Michael Egorov, un científico ruso que tiene varios años de experiencia con empresas relacionadas al mundo de las criptomonedas.

En 2015, cofundó y se convirtió en CTO de NuCypher, un negocio de criptomonedas que construye infraestructuras y protocolos que preservan la privacidad.

Egorov también es el fundador de la red de préstamos y bancos descentralizados conocida como LoanCoin.

El equipo regular de Curve es parte de la estructura de asignación del CRV, quienes reciben tokens de acuerdo con un programa de adquisición de dos años que fue establecido en el plan de lanzamiento inicial.

En agosto de 2020, Egorov dijo que "exageró" al bloquear una gran cantidad de tokens CRV como respuesta al poder de votación sobre los tokens de yearn.finance concediéndose en el proceso, el 71% de la administración de esta criptomoneda.

Curve ha ganado una mayor valorización, y considerable popularidad, al seguir funcionando como un AMM específico para el comercio de stablecoins.

El lanzamiento de DAO y la criptomoneda CRV trajo consigo una mayor rentabilidad, dado que CRV puede ser usado para la gobernanza, ya que este token se concede a los usuarios en función del compromiso de su liquidez y la duración de la propiedad de la operación.

La creciente popularidad de la comercialización en plataformas DeFi ha asegurado la longevidad de Curve, gracias a que su AMM funciona con base en grandes cantidades de liquidez y ganancias de los usuarios asociados.

Es así como Curve es capaz de satisfacer las necesidades de cualquiera que participe en actividades de DeFi como agricultura de rendimiento y minería de liquidez, así como a aquellos que buscan maximizar los rendimientos sin riesgo mediante la tenencia de stablecoins teóricamente no volátiles.

La plataforma gana dinero cobrando una modesta comisión que se paga a los proveedores de liquidez.

Curve (CRV) fue lanzada en agosto de 2020, junto con el Curve DAO. Su propósito es funcionar como un medio de administración, una estructura de incentivos y un método de pago de honorarios, junto con un método de ganancias a largo plazo para los proveedores de liquidez.

La oferta total de CRV es de 3,03 mil millones de tokens, la mayoría de los cuales (62%) se distribuyen a los proveedores de liquidez. El resto se divide de la siguiente manera: 30% a los accionistas, 3% a los empleados y 5% a una reserva comunitaria. Las asignaciones para los accionistas y empleados vienen con un cronograma de cosecha de dos años.

CRV no permite el proceso de preminería, y el desbloqueo gradual de tokens, lo que significa que alrededor de 750 millones deberían estar en circulación un año después del lanzamiento.

Curve conlleva los riesgos estándar asociados con el depósito de fondos en contratos inteligentes y la comercialización con una AMM, como por ejemplo la pérdida impermanente.

Dado que Curve solo opera con stablecoins, el riesgo de que los mercados se muevan demasiado rápido se reduce, pero los usuarios pueden perder dinero una vez que los mercados se vuelvan a equilibrar para reflejar los precios de los mercados cruzados.

Curve ha sido auditada, pero esto no hace nada para contrarrestar los riesgos que conlleva estar expuesto a las transacciones con una criptomoneda específica.

CRV es un token intercambiable de manera independiente que está disponible para ser adquirida con otras criptomonedas, stablecoin y monedas fiduciarias en los principales mercados intercambios.

Estos mercados incluyen Binance, OKEx y Huobi Global, que tienen el mayor volumen de estos tokens desde septiembre de 2020.

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