Una organización autónoma descentralizada (DAO por sus siglas en inglés) se basa y se rige por un conjunto de reglas definidas por ordenador y contratos inteligentes.
Las DAOs funcionan gracias a una combinación de varios contratos inteligentes, que permiten a los participantes participar en igualdad de condiciones en los procesos de toma de decisiones dentro de la organización. Las decisiones tomadas por la comunidad de interesados incluyen la forma en que la empresa utilizará la financiación y los recursos. Para que los planes y normas de la organización sean aceptados, es necesario que un porcentaje de la comunidad esté en consenso. Este consenso se consigue a través de una blockchain descentralizada y distribuida, y cada DAO determina el porcentaje necesario para que se apruebe una decisión.
La idea de las organizaciones autónomas descentralizadas todavía está en pleno desarrollo, ya que se trata de un fenómeno relativamente nuevo en el mundo empresarial. Una distinción importante que hay que señalar es que las DAO no pueden fabricar productos ni desarrollar código o hardware. Sin embargo, las DAO pueden contratar fácilmente contratistas para realizar todos estos servicios una vez que el consenso de la comunidad haya aprobado un contrato de contratación.
Las organizaciones autónomas descentralizadas están diseñadas para ser completamente transparentes de modo que todas las operaciones financieras realizadas por la empresa sean visibles para todos los accionistas y la comunidad de la DAO. El contrato inteligente y el código subyacente de la DAO también están disponibles públicamente. Este alto nivel de transparencia es esencial para el concepto de una DAO. Al igual que el motivo subyacente de las criptomonedas, la idea de una DAO es superar la gestión centralizada tradicional de una empresa y crear una organización absolutamente transparente cuyas acciones y finanzas son completamente públicas.
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